¿Qué es la diabetes?

 

La diabetes es una enfermedad crónica que se caracteriza por un aumento de los niveles de azúcar (glucosa) en la sangre. Esto es debido a que el páncreas no produce insulina o el cuerpo no la utiliza de forma correcta.

Existen diferentes tipos de diabetes y las más frecuentes son el tipo 1, el tipo 2 y la gestacional. Afecta a más de 400 millones de personas en el mundo y se prevé que en el 2040 sea la séptima causa mundial de fallecimiento.

Sin la gestión de la enfermedad por parte del paciente es muy difícil conseguir que el tratamiento sea eficaz. El cambio en el estilo de vida, por lo tanto, es fundamental.

No hay mal que por bien no venga, realmente los hábitos son más saludables ahora.

EL PORQUÉ DE LA DIABETES

El organismo está formado por millones de células que necesitan energía para funcionar. Esta energía la obtiene del azúcar, también denominada glucosa, que circula por la sangre. Para que la glucosa pueda entrar en las células son necesarias dos condiciones: que las células dispongan de receptores suficientes y que haya suficiente cantidad de insulina para que se acople a los receptores y posibilite el paso de la glucosa en su interior.

Cuando se dan las dos condiciones, las células pueden producir energía con normalidad, utilizando (metabolizando) la glucosa. La insulina es una hormona que se produce en el páncreas, concretamente en las células beta de los islotes de Langerhans.

Los niveles de insulina en personas sin diabetes varían según la cantidad de glucosa presente en la sangre. Todas las personas, aunque no tengan diabetes, necesitan insulina durante las 24 horas del día de manera continua y en cantidades variables. Cuando una persona come, necesita más insulina y cuando hace actividad física necesita menos.

En la diabetes mellitus tipo 1 (DT1), al no tener insulina que se acople a los receptores, la glucosa no puede entrar en la célula. No se metaboliza la glucosa y el nivel de glucosa en la sangre aumenta. En el caso de la diabetes mellitus tipo 2 (DT2), sucede que, en una primera fase, el número de receptores disminuye y, a pesar de tener cantidades normales o incluso elevadas de insulina, esta no se puede utilizar de forma eficaz. Es el que se denomina resistencia a la insulina. La glucosa entonces entra de forma insuficiente en la célula y, por lo tanto, aumenta su nivel en sangre.

TIPOS DE DIABETES

  • Tipo 1 (DT1). Representa entre el 5-10 % de todos los casos de diabetes diagnosticados. Se caracteriza por una producción deficiente de insulina y requiere siempre administración de insulina.
  • Tipo 2 (DT2). Representa entre el 80-90% de todos los casos. Se caracteriza porque el cuerpo no utiliza correctamente la propia insulina y está muy asociada al sobrepeso y al sedentarismo.
  • Se caracteriza por una subida de azúcar (hiperglucemia) que aparece durante el embarazo.
  • Monogénicas. Representan el 1-2%. Las principales dentro de este tipo son las diabetes tipos MODY (Maturity-Onset Diabetes of the Young). Es un tipo de diabetes con características de diabetes tipo 2, que se presenta en edad joven, habitualmente antes de los 25 años.
  • Secundarias a tratamientos farmacológicos. Los fármacos más comunes son corticoides e inmunosupresores. La hiperglicemia inducida por estos fármacos es un problema poco reconocido en la práctica médica cotidiana, a pesar de ser frecuente es habitualmente sub diagnosticado.
  • Como consecuencia de la extirpación parcial o total del páncreas o pancreatitis.

La diabetes es una enfermedad que afecta a millones de personas en el mundo. La diabetes tipo 2 está relacionada con el rápido aumento del sobrepeso, la obesidad y la inactividad física. En el mundo hay 463 millones de personas con diabetes. Se prevé que la diabetes se convierta en 2040 en la séptima causa mundial de muerte (www.diabetesatlas.org 9th Edtion 2019).

DIAGNÓSTICO DE LA DIABETES

El diagnóstico de la diabetes se hace mediante un análisis de sangre para conocer cuáles son los valores de azúcar (glucosa) en la sangre. Los valores normales oscilan entre 70 y 100 mg/dl.

Si el resultado de la analítica se corresponde a una de las siguientes situaciones, indica que la persona tiene diabetes:

  • En ayunas, igual o superiores a 126 mg/dl, en dos determinaciones.
  • A cualquier hora del día, valores iguales o superiores a 200 mg/dL acompañados de síntomas característicos, como son tener con frecuencia ganas de orinar y mucha sed.
  • Después de la ingesta de un preparado de glucosa (75gr), igual o superiores a 200 mg/dL. Esta prueba se realiza a las personas que en ayunas tienen valores de glucosa entre 100 y 126mg/dL.
  • Hemoglobina glicosilada (HbA1c) igual o superior a 6,5%.

LA HEMOGLOBINA GLICOSILADA

La hemoglobina glicosilada (HbA1c) es una medida importante para valorar si la diabetes está controlada. Este valor corresponde al valor medio de azúcar en sangre durante los últimos 2-3 meses. Se puede obtener mediante un análisis de sangre o un pinchazo en el dedo (glucemia capilar). En términos simples, podemos decir que es un examen que aporta una visión retrospectiva del control de la diabetes. Es decir, la media de tus niveles de azúcar en los últimos 3 meses.

Una persona sin diabetes tiene un HbA1c entre 4% y 6%. En general, las recomendaciones de las sociedades científicas recomiendan mantener el valor por debajo de 7%, siempre y cuando no suponga un riesgo de tener niveles bajos de azúcar en sangre (hipoglucemia).

¿Cuál debe ser el valor de HbA1c?

El profesional de la salud le orientará sobre cuál tiene que ser su objetivo de A1c.

¿Qué pasa si los valores del HbA1c son superiores a lo recomendado?

Cuanto más alto sea el nivel de HbA1c, mayor es el riesgo de desarrollar complicaciones que afecten a los vasos sanguíneos y que provoquen problemas de circulación. De igual manera, se pueden ver afectados los riñones y los ojos, así como una pérdida de sensibilidad en las extremidades inferiores (neuropatia). Así que, si se mantienen los niveles de glucosa en sangre y la HbA1c se encuentra en el rango recomendado, se reducirán en gran medida la probabilidad de aparición de complicaciones crónicas.

¿Cómo puedo hacer esta prueba?

Es una prueba que se realiza en un entorno hospitalario o de atención primaria cada 3-6 meses para evaluar el grado de control de la diabetes.

TRATAMIENTO DE LA DIABETES

Tratamientos según el tipo de diabetes.

La diabetes es una enfermedad crónica que no tiene cura, excepto la diabetes gestacional que tiende a desaparecer cuando nace el bebé. Los tratamientos han mejorado mucho en los últimos años y se sigue investigando para buscar estrategias de prevención y nuevos tratamientos.

El tratamiento dependerá del tipo de diabetes que se tenga, y este puede ser la administración de insulina o la toma de medicamentos orales. Además, es importante seguir un plan de alimentación saludable, mantener un peso adecuado y la realización de actividad física.

Es importante destacar las diferencias entre los tipos de diabetes y sus tratamientos.

Diabetes Tipo 1

Las personas con diabetes mellitus tipo 1 han de:

  • Inyectarse insulina para poder vivir.
  • Realizar una monitorización de la glucosa.
  • Seguir un plan de alimentación equilibrado.
  • Realizar actividad física de forma regular.

Diabetes Tipo 2

El tratamiento puede variar en función de la fase en que se haya diagnosticado la enfermedad y de su evolución. Por lo tanto, habrá personas con diabetes mellitus tipo 2 con diferentes modalidades de tratamiento:

  • Seguir un plan de alimentación saludable que ayude a controlar el peso corporal, junto con la realización de actividad física regular (más de 150 minutos a la semana) y fármacos orales.
  • Si con el primer tratamiento no es suficiente, se añadirán nuevos fármacos orales o inyectables.
  • Si con el segundo tratamiento no es suficiente, quizás se deberá añadir insulina al tratamiento. La frecuencia de la monitorización de la glucosa dependerá del tipo de tratamiento.

Diabetes Gestacional.

El tratamiento se basa en:

  • Seguir un plan de alimentación saludable.
  • Realizar actividad física regular.
  • Monitorización de la glucosa antes de las comidas y una hora más tarde.

Si con este tratamiento no se consiguen los objetivos de control de glucosa deseados, se añadirá insulina, ya que no se pueden dar fármacos hipoglicemiantes durante la gestación.

AUTOGESTIÓN DEL TRATAMIENTO

El paciente tiene un papel muy importante a la hora de gestionar la enfermedad. Se calcula que el 90% de las decisiones sobre el tratamiento dependen del propio paciente. Por eso, la comprensión de la enfermedad y las maneras de autogestionar el tratamiento son de gran importancia, tanto para las personas con diabetes, como para sus familiares o cuidadores.

Esta autogestión del tratamiento supone seguir:

  • Alimentación saludable
  • Realizar ejercicio de forma regular
  • Monitorizar los niveles de azúcar
  • Tomar la medicación (insulina o pastillas)
  • Saber actuar ante hipo/hiperglucemias
  • Reducir riesgos (complicaciones agudas y crónicas)
  • Adquirir hábitos saludables

Fármacos:

  • En el caso de la diabetes tipo 1, el tratamiento farmacológico siempre es insulina desde el diagnóstico de la enfermedad.
  • En el caso de la diabetes tipo 2, el tratamiento farmacológico variará en función del diagnóstico y la evolución de la enfermedad.
  • En el caso de la diabetes gestacional, el tratamiento farmacológico si es necesario será siempre insulina por la contraindicación de los fármacos orales.

El plan de alimentación se tiene que personalizar según la edad, la actividad, los horarios, el peso corporal y las preferencias de la persona con diabetes.

Mantener un estado nutricional y peso adecuado.

Para seguir un plan de alimentación saludable hay que tomar alimentos de todos los grupos: leche, frutas, verduras y/o ensaladas, harinas, alimentos proteicos y grasas. Las cantidades de leche, fruta y verdura son recomendables para todas las personas, independientemente de la edad y del peso corporal. Las cantidades de farináceos (grupo de alimentos ricos en hidratos de carbono y muy energéticos), alimentos proteicos y grasas se tienen que individualizar según el peso corporal y la actividad física.

  • Lácteos: 2-3 veces al día, preferentemente desnatados o semidesnatados, Fruta: 2-3 piezas al día.
  • La verdura es recomendable para todas las personas, independientemente de la edad y el peso corporal.
  • Las harinas son el pan, las tostadas, la pasta, las papas y las legumbres, los guisantes, la sémola, etc. Las cantidades diarias se establecerán según el peso corporal y la actividad física habitual.
  • Los alimentos que contienen grasas son los más calóricos, tanto si la grasa es vegetal como animal. La diferencia radica en que la grasa animal (mantequilla, crema de leche y nata y el contenido en carnes, embutido, queso…) es muy rica en colesterol y grasa saturada.
  • Grasas de origen vegetal (aceites de oliva y frutos secos). La grasa vegetal es más saludable, excepto los aceites de coco y de palma. Se recomienda utilizar aceite de oliva para cocinar y aliñar o sazonar. La margarina es una grasa vegetal, pero se comporta como si fuera una grasa saturada. Se aconseja la ingesta de 30 gr de frutos secos al día.
  • Grasas de origen animal (nata, mantequilla, crema de leche, mayonesa, manteca y la que se encuentra en bollería y pastelería industrial). Hay que evitar el consumo habitual porque son alimentos ricos en colesterol y grasas saturadas. Una cucharada sopera de aceite contiene unas 100 calorías, igual que una pastilla de mantequilla individual. Las personas con exceso de peso tienen que controlar el tipo y la cantidad de grasas que consumen de manera diaria y evitar las cocciones que utilizan mucha cantidad de aceite, como los rebozados o los fritos. Las personas con un peso correcto tienen que controlar el tipo de grasa, pero no la cantidad diaria.
  • Alimentos proteicos (carne, pescado, aves, quesos y embutidos). Las porciones recomendadas de carne son 100 gr y si es posible elegir las más magras (pollo sin piel, conejo, etc.), porque contienen menos colesterol y menos grasas saturadas. Se tiene que aumentar el consumo de pescado, tanto blanco como azul y las porciones recomendadas son de 150 gr

Una variedad de patrones de alimentación son aceptables para el tratamiento de la diabetes. Uno de los que ha demostrado beneficios para la salud (prevención de la diabetes tipo 2 y reducción de acontecimientos cardiovasculares) es el de la dieta mediterránea es decir consumo abundante de alimentos vegetales.

  • Se puede consumir libremente agua, infusiones, jugos, café y bebidas light.
  • Refresco o bebida azucarada. Se desaconseja el consumo de refrescos que contengan azúcar, zumos o néctares de fruta, batidos, etc. Una lata de refresco con azúcar trae el equivalente a cuatro sobres de azúcar.

la actividad física para controlar la diabetes.

La actividad física adaptada a las posibilidades de cada persona y practicada de una manera regular puede contribuir de manera muy positiva a controlar bien la diabetes, a reducir los factores de riesgo vascular (obesidad, colesterol…) e influir de manera positiva en la sensación de bienestar físico y mental.

El ejercicio tiene funciones diferentes según el tipo de diabetes que se tenga.

  • En el caso de la diabetes tipo 1.

El ejercicio es sencillamente recomendable para mantener un buen estado físico.

  • En el caso de la diabetes tipo 2.

El ejercicio constituye una parte importante del tratamiento, del mismo modo que lo son la alimentación o la medicación (pastillas o insulina), asegurando un mínimo de 150 minutos a la semana.

La realización de ejercicio tiene que estar planificada, previamente, para evitar un descenso excesivo de glucosa en la sangre (hipoglucemia), sobre todo en aquellos casos en que la persona está tratada con insulina y algún tipo de fármaco que pueda producir hipoglucemias. En cualquier caso, se recomienda consultar con el equipo de salud sobre el tipo de ejercicio a realizar, así como su frecuencia, duración e intensidad.

Todos estos aspectos son importantes antes de empezar cualquier tipo de actividad física, así como el reajuste del tratamiento antes, durante y después del ejercicio.

CONTROL DE LA GLUCOSA EN SANGRE O GLUCEMIA CAPILAR

¿Qué es la glucemia capilar?

Es la técnica que permite saber qué nivel de azúcar tenemos en la sangre, y se hace mediante una gota de sangre capilar que se introduce en el medidor que da el nivel de glucemia. De este modo se sabe si la glucemia es correcta, alta o baja.

¿Qué necesito?

  • Un aparato de medición (glucómetro).
  • Lancetas para poder pinchar el dedo. Mejor si se tiene un punzón automático.
  • Tiras reactivas adecuadas al medidor.
  • Algodón o pañuelos de papel.
  • Libreta de control o aplicaciones móviles para poder anotar los resultados.

¿Cuáles son los valores normales de glucemia capilar?

Los valores recomendados por la Asociación Americana de Diabetes son:

  • En ayunas y antes de las comidas: 80-130 mg/dl
  • 2 h después de las comidas (postprandial): menor a 180 mg/dl

En todos los casos, estas cifras se tienen que individualizar en función de los objetivos de cada persona: duración de la diabetes, edad, presencia de otras enfermedades, complicaciones macro (enfermedad cardiovascular) y microvasculares, hipoglucemia desapercibida u otras consideraciones individuales. Se recomienda consultar con el equipo de salud para saber cuáles son los objetivos.

¿Cada cuánto me tengo que hacer la glicemia capilar?

El número de glicemias capilares varía en función del tipo de tratamiento de la diabetes.

  • En el caso de la Diabetes tipo 1.

Desde el inicio se requiere como mínimo 3 o 4 veces al día y aprender a interpretar los resultados para ajustar la insulina según los niveles de azúcar y la ingesta de alimentos ricos en hidratos de carbono.

  • En el caso de la Diabetes tipo 2.

En función del tratamiento se aconseja un número determinado de glicemias capilares. Es posible que la diabetes tipo 2 no requiera realizar determinaciones de glucemia capilar.

Frecuencia de autoanálisis en la persona con diabetes:

¿Cómo se realiza la glucemia capilar?

  • Lavarse las manos con agua y jabón. Enjuagarse bien las manos. No es necesario usar alcohol, solo en caso de no poderse lavar las manos. En este caso, pasar 5 veces el algodón por el dedo, de manera especial si se ha tocado fruta o alimentos dulces.
  • Elegir la parte lateral del dedo para pinchar. Evitar la pulpa de los dedos, que es la parte más sensible al dolor.
  • Seguir los consejos del profesional para utilizar correctamente el aparato de medida y poner de manera adecuada la gota de sangre en la tira reactiva. Seguir los consejos del profesional para utilizar correctamente el aparato de medida y poner de manera adecuada la gota de sangre en la tira reactiva.
  • Anotar el resultado en la libreta de control de la diabetes. Las libretas de control son un registro útil para anotar las glucemias, así como la medicación ingerida o inyectada, y las posibles incidencias. La libreta de control es también un vínculo para la comunicación con su médico.
  • Aparte de la libreta de control, actualmente los dispositivos móviles disponen de multitud de aplicaciones que hacen la función de libreta, facilitando su almacenamiento y con diferentes funciones de análisis de resultados. También existen aplicaciones para contar las raciones de hidratos de carbono.

La colaboración entre la persona con diabetes y la familia y el equipo de salud es imprescindible para optimizar el tratamiento y, al mismo tiempo, para poderlo integrar en su actividad cotidiana de hábitos dietéticos, horarios y actividad habitual.

La educación terapéutica en diabetes es un proceso de aprendizaje que facilita los conocimientos y las habilidades necesarias a las personas con diabetes y a la familia, para poder tomar decisiones sobre el tratamiento.

 

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